


Nuestra primera parada fue en Izaña, en el Observatorio Astrofísico de Tenerife. Era una de las visitas estrella de la Ruta y no nos defraudó.




Después de la visita nos hicimos una foto con nuestra guía y el Teide vigilante al fondo.

Al estar el observatorio dentro del Parque Nacional, las medidas de conservación y cuidado de plantas, piedras, paisaje... son extremas, de tal forma que cuando acaba la vida útil de uno de los telescopios, el país propietario tiene que desmantelarlo completamente y dejar el terreno de la misma forma y con las mismas plantas que estaban antes de la instalación.

Tras hacer innumerables maniobras el chófer del autobús conseguimos salir del parking del observatorio y enfilamos hacia el Centro de interpretación del Parque Nacional "Las Cañadas del Teide".

Tras la paliza en el centro de interpretación nos volvimos a desplazar con la guagua hasta los Roques y la llanura de Ucanca. Mientras íbamos con la guagua, una guía, con más temple que el anterior, nos fue contando, micrófono en mano, las distintas coladas de lava que se veían a derecha e izquierda de la carretera, la obsidiana, los malpaíses, las cenizas... y los colores distintos que señalan diferentes erupciones del Teide o del volcán primigenio que dio lugar a la isla de Tenerife.


Terminada la visita a las Cañadas del Teide fuimos a comer a un restaurante que está a la entrada del parque y después, por la carretera de La Orotava y con Los Realejos, Puerto de la Cruz, El Sauzal... volvimos a La Laguna donde disfrutamos de 3 horas libres para poder hacer las últimas fotos y compras. La ruta estaba llegando a su fin.
Continuará...
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