martes, 27 de octubre de 2009

19 de octubre


El lunes, después del desayuno a las 8 de la mañana y de recoger la habitación, nos pusimos en marcha para nuestra primera jornada en Gran Canaria.

Marchita cuesta abajo hasta la parada de la guagua, espera a que apareciera Óliver conduciendo el aparato y rumbo a Las Palmas, a la Casa Museo Benito Pérez Galdós, donde nos dio la bienvenida el responsable de las Rutas Científicas en Canarias.

Llegar a Las Palmas fue un suplicio por el embotellamiento (foto del principio), tanto que cuando estábamos cerca, nos tuvimos que bajar e ir a pie el último trozo del camino.

Después nos pusimos rumbo al Instituto de Ciencias Marinas, donde nos atendieron y explicaron todo lo que hacen en ese centro.


Nos llamó mucho la atención el trabajo que realizan de estudio y recuperación de varias especies de tortugas.

En el centro tienen muchos ejemplares que les llegan heridas y con amputaciones y ahí las cuidan hasta que están en condiciones de volver al medio marino.


Terminamos la visita al medio día y nos fuimos de nuevo a Las Palmas, a un instituto de FP de cocina, donde nos dieron de comer en una sala grande y con las mesas dispuestas como para una boda.


Los alumnos y profesores que trabajan allí ejercieron de camareros y maîtres, colaborando a que la comida fuera una de las mejores que probamos en toda la semana.


A ese instituto le llaman en Las Palmas "La Lechuga" por el color verde de su fachada, aunque creo que para hacer honor al apodo deberían darle una nueva mano de pintura.


Por la tarde nos tocó visita al casco histórico de Las Palmas, concretamente a los barrios de Triana y La Vegueta.


Allí nuestro entrañable Ángel nos fue contando parte de la historia presente y pasada de los edificios y calles que han configurado esos barrios precursores de la actual capital de Gran Canaria.


Tuvimos también un tiempo libre para comprar, mirar, pasear... antes de volver a coger la guagua, a las 8 de la tarde, cuando los termómetros marcaban unos envidiables 26º.



Y antes de llegar a Guía y poder cenar, el consabido atasco afrontado con filosofía Zen: con tranquilad, sin apurarse, sin estrés. ¡Ommmmmmmm!



Continuará....

1 comentario:

Alai dijo...

mmm... mu bien descrito javier, no te has olvidado de nada. Ya que tenemos que poner algo, yo me ocupo del día 20 ok? total, lo tengo todo apuntado... jejejej