viernes, 30 de octubre de 2009

24 de octubre


Es el día de vuelta. La Ruta se ha acabado. Nos toca desayunar muy pronto y nos abren el comedor para nosotros.

Las maletas ya están hechas. Pesan más.


Por un lado están las ganas de volver a casa... por otro el de seguir una semana más.

A las 9 el autobús nos lleva al aeropuerto. Allí conseguimos que nos toque en los aviones de vuelta más o menos juntos.


En el embarque del aeropuerto de los Rodeos hacemos las últimas compras, las que nos hemos resistido toda las semana... pero está tan barato...


Luego 2,5 horas de avión, llegada con retraso a Barajas, para colmo a la terminal T4S lo que nos obliga a coger un tren que va por debajo del aeropuerto hasta la T4.


Más prisas y carreras para que no se nos escape el vuelo a Pamplona. Lo conseguimos. Ya queda menos.

Y luego, ahí abajo, nuestra ciudad. Aterrizamos, se oyen unos aplausos, salen todas las maletas (¡vencimos la maldición de Lorena!) y solo nos queda el pequeño viaje hasta nuestras casas para contar, compartir, enseñar, descansar... dormir... y disfrutar de 1 hora más por aquello del cambio al horario de invierno.


Fin.

¿Pero a que fue bonito?

23 de octubre

Nuestro último día de Ruta en Tenerife comenzó con la ascensión en guagua a las Cañadas del Teide. Cogimos la carreteras de la Esperanza y cuando ganamos altura y dejamos abajo las nubes, se abrieron a nuestros ojos paisajes como los del Teide o la isla de Gran Canaria pero vista sobre el mar de nubes.


Nuestra primera parada fue en Izaña, en el Observatorio Astrofísico de Tenerife. Era una de las visitas estrella de la Ruta y no nos defraudó.

Estábamos a 2.400 metros sobre el nivel del mar y el sol cascaba lo suyo, así es que tuvimos que utilizar la crema solar para no quemarnos ya de par de mañana.

Sara, que fue nuestra anfitriona del grupo 1 en la visita, nos explicó cómo trabajan y con qué instrumental, tanto para la observación nocturna del cielo, como para el estudio del Sol. Los dos edificios grandes de las fotos son precisamente los telescopios solares más importantes del hemisferio norte.


Después de la visita nos hicimos una foto con nuestra guía y el Teide vigilante al fondo.


Al estar el observatorio dentro del Parque Nacional, las medidas de conservación y cuidado de plantas, piedras, paisaje... son extremas, de tal forma que cuando acaba la vida útil de uno de los telescopios, el país propietario tiene que desmantelarlo completamente y dejar el terreno de la misma forma y con las mismas plantas que estaban antes de la instalación.

Desde el Observatorio la vista del Teide es espectacular.

Tras hacer innumerables maniobras el chófer del autobús conseguimos salir del parking del observatorio y enfilamos hacia el Centro de interpretación del Parque Nacional "Las Cañadas del Teide".

Aquí no hubo tanta suerte y el guía que nos toco parecía que tenía las baterías ya gastadas y entre cada frase que decía hacía pausas en las que la mayoría se quedaba dormido o perdía el hilo. Ufff, qué rato más malo. Menos mal que estaba oscuro.

Tras la paliza en el centro de interpretación nos volvimos a desplazar con la guagua hasta los Roques y la llanura de Ucanca. Mientras íbamos con la guagua, una guía, con más temple que el anterior, nos fue contando, micrófono en mano, las distintas coladas de lava que se veían a derecha e izquierda de la carretera, la obsidiana, los malpaíses, las cenizas... y los colores distintos que señalan diferentes erupciones del Teide o del volcán primigenio que dio lugar a la isla de Tenerife.

En Los Roques también tuvimos que soportar las explicaciones del primer guía, que apareció como por encanto y que, a pleno sol, se empeñaba en que le hiciéramos preguntas. En fin...


Terminada la visita a las Cañadas del Teide fuimos a comer a un restaurante que está a la entrada del parque y después, por la carretera de La Orotava y con Los Realejos, Puerto de la Cruz, El Sauzal... volvimos a La Laguna donde disfrutamos de 3 horas libres para poder hacer las últimas fotos y compras. La ruta estaba llegando a su fin.

Continuará...

jueves, 29 de octubre de 2009

¿Volvemos?

¿Quien nos vio? y ¿Quien nos ve?
Quizás os parezca extraño la forma en que empiezo este escrito, pero pronto lo entendereis.

Y esque esta excursión bajo mi punto de vista nos ha servido a todos para conocernos mejor. En ocasiones para bien en otras para...no tan bien :S
Mis lazos de amistad se han estrechado con algunas personas con las que antes no hablaba o saludaba tímidamente en clase.
También he conocido mejor a personas que ahora...enfín ya sabeis lo que dicen: "nunca se termina de conocer totalmente a las personas"

Pero esto no va solo de compañeros de clase, ¿qué pasa con los profesores? Siendo sincera he conocido facetas muy divertidas de ellos, ahora puedo afirmar rotundamente que los profesores son personas como nosotros que tambien sienten y padecen.

He vivido tantas experiencias en tan solo una semana gracias a mis compañeros, amigos (ahora sí), profesores...


QUIERO VOLVER A CANARIAS ( con gallegos incluidos :P)

22 de octubre

Después de una noche movidita, a la que vamos a correr un tupido, tupidísimo velo, nos enfrentamos a nuestra primera jornada en Tenerife.

Desayuno de 7 a 8, recoger habitaciones después y para las 8:30 todo el mundo preparado en la puerta de entrada.


En Tenerife la puntualidad fue máxima y cumplimos con el programa como un reloj suizo.

Esa mañana nos tocó visitar el Museo de la Naturaleza y el Hombre en Santa Cruz de Tenerife. Aquí, lo siento, pero no pude sacar fotos por un olvido, así es que echo mano de imágenes ajenas y de You Tube para ilustrar nuestro paso por él.



El museo se encuentra en uno de los barrios más bonitos y típicos de Santa Cruz, en el barrio del Cabo donde podemos ver la iglesia de la Concepción, la calle de la Noria o el mercado de Nuestra Sra. de África.


Dentro del museo hicimos también un taller de identificación de plantas de la laurisilva que después, en el monte de las Mercedes, tendríamos que poner en práctica.

Después de almorzar en el patio del museo nos trasladamos en guagua al monte de las Mercedes.


En el Centro de interpretación nos dio una charla un guía polifacético con más cosas en los bolsillos que el mago Tamariz


Y después nos fuimos de caminata entre el arbolado de la Laurisilva.


Al acabar el camino nos recogió la guagua y nos fuimos a la residencia a comer y descansar un poco, porque por la tarde teníamos sesión doble: Museo del Cosmos y Casco antiguo de La Laguna, que está reconocido como Patrimonio de la Humanidad.

El museo del Cosmos está en La Laguna y es parecido al Museo Elder, pero más pequeñito, aunque tenía un laberinto de espejos... que más de uno besó varias veces.


También nos echaron un programa de planetario y muchos aprovecharon parte del tiempo para reponer fuerzas y descansar en un rincón con unas máquinas de bebida y comida.


El mayor mérito de este museo es que, por fin, conseguimos sacarnos una foto todos los participantes de la Ruta: alumnado y profesorado.

Aquí estamos, en el exterior, junto a la gran antena parabólica, símbolo del museo.

Al acabar la visita nos recogió la guagua de nuevo y nos llevó al casco histórico de La Laguna.


Unas chicas de la oficina de turismo que estaba situada en una casa-palacio del siglo XVI nos llevaron por las calles más emblemáticas y nos fueron contando la historia de los edificios y de la vida en la ciudad.



Después de un rato de tiempo libre para callejear y explorar, volvimos a la residencia para la cenar, ducha, futbolín... y descansar hasta el día siguiente.

Continuará....

miércoles, 28 de octubre de 2009

21 de octubre


El día 21 significaba nuestro final en Gran Canaria y el paso de isla, pero toda la jornada la realizamos en la primera isla.

El comienzo del día fue desayuno, hacer maletas, recoger habitaciones y prepararnos para abandonar nuestro primer hogar en Canarias.

Si todos los días teníamos la odisea de la cuesta y la cita con la guagua junto a la carretera general, a hoy hay que añadirle varios viajes de la miniguagua con maletas y más maletas desde las alturas de nuestra residencia hasta el reino de Óliver.

Filosofía Zen (ya sabéis: paz, tranquilidad, no estres), y con una horita de retraso nos ponemos rumbo al sur de la isla para visitar el Centro de Energías Renovables de Canarias.


Ahí vimos molinos de viento, paneles solares y otras experiencias en las que están trabajando para el aprovechamiento de la energía solar y del viento para así evitar el consumo de combustibles fósiles que son caros y contaminan.

Todo lo que vimos fue muy interesante... pero la mañana nos deparaba otra sorpresa. Así, como por encanto, nos cambiaron la visita a una planta desaladora de agua de mar por la de una depuradora de agua.


Fue, con mucho, el sitio más desagradable que vistamos en Canarias. ¡Como para quejarnos después del estado de los baños de la residencia!

El olor era nauseabundo y allí estuvimos deambulando de piscina en piscina, de tratamiento de lodos a montón de inmundicias... pañuelo en mano tapando la nariz... y sí, al final salía un agua relativamente clara después de pasar por un proceso de ósmosis inversa que usan para el riego agrario.


Menos mal que entre "esto" y la comida pasaron un par de horas y un baño en la playa de Agaete.

En Agaete, precioso pueblo costero y ciudad natal de nuestro anfitrión Ángel, cominos y paseamos un rato antes de coger a las 6 el barco, un Fred Olsen, que en poco más de 1 hora nos llevaría hasta Tenerife.

En la travesía nos tocó ver, si el mareo lo permitió, un bonito atardecer como el de la siguiente foto.

Y a las 7 y cuarto, más o menos, llegamos al puerto de Santa Cruz, en Tenerife. Allí nos estaba esperando José Antonio, nuestro guía en Tenerife, junto con un autobús, para llevarnos a la residencia de La Laguna, que sería nuestra casa los siguientes dos días.

Llegamos, cenamos, repartimos habitaciones y...

Continuará...