lunes, 26 de octubre de 2009

18 de octubre

Una vez terminada nuestra Ruta por Canarias, sería interesante que todos pusiéramos algún artículo en el que contásemos algo de lo que hemos vivido, visitado, nos ha sorprendido... o simplemente nos apetece relatar.

Si a eso le añadimos unas fotos de nuestra cosecha, de las innumerables que hemos hecho, seguro que va a ser muy gratificante entrar en el blog y leer los artículos que vayan apareciendo.

Yo, para dar ejemplo, voy a poner más de un artículo (vosotros también podéis hacerlo), uno por cada día de nuestro viaje.

Así es que ahí va el primero.

El día 18, y después del madrugón correspondiente ya que estábamos todos a las 6:15 de la mañana en el aeropuerto de Noáin, cogimos el primer avión que nos llevó a Madrid.

Allí, en la T4, tuvimos que esperar un buen rato hasta las 11:30 y matamos el tiempo entre paseos por la terminal, visita a tiendas y almorzando, claro.

A la hora del embarque en el avión a Gran Canaria conocimos a nuestros compañeros de Galicia, con los que íbamos a compartir todos los días de Ruta.

Tras dos horas y media de vuelo aterrizamos en el aeropuerto de Gran Canaria donde nos esperaba el autobús y el coordinador que ejerció de anfitrión en nuestros movimientos por la isla, regalándonos sus amplios conocimientos de la geografía y cultura de la isla y la sabiduría Zen de "no se alteren, tranquilos, que hay que relajarse".

Ángel, el coordinador, terminó siendo un buen amigo y el personaje más entrañable de los que conocimos en toda la semana. Fue un auténtico placer compartir con él los 4 primeros días de nuestro viaje.

Con el autobús nos trasladamos a Guía, que es un pueblo cerca de Las Palmas, como a 20 kilómetros más al norte. El gran problema de esa situación eran los atascos monumentales que teníamos que salvar cada vez que pasábamos por Las Palmas y que hacía que llegásemos tarde a todas las citas, pero ya sabéis, "tranquilos, no se alteren, relájense"


La residencia, por cierto, estaba en un lugar al que no podía acceder la guagua grande por aquello de que en Gran Canaria también tienen todas las calles en obras, y algunos días, sobre todo los que trajinábamos con maletas, nos ponían dos miniguaguas que era desesperante lo que tardaban en subir y volver a bajar. La mayoría optamos casi todos los días por subir andando.

Después de comer repartimos habitaciones y como en Guía no había nada que hacer, nos fuimos en una guagua a Galdar, un pueblo cercano con un poquitín más de ambiente. Coger el autobús urbano fue muy "relajante", como un cuarto de hora de relajo, porque nos subimos 48 personas y el chófer nos fue cobrando y dándonos el billete uno a uno a ritmo canario, o sea, ya sabéis: "tranquilos, no se alteren, relájense".


A Gáldar volvimos otro día ya que visitamos ahí la Cueva Pintada y la Factoría de plátanos. El primer día, por la tarde, nos limitamos a dar una vuelta y sacarnos unas fotos, y a las 20 h. volvimos a la residencia para cenar y descansar.


Continuará....

No hay comentarios: